Exfutbolista y deportista colombiana
Yady Fernández: Vencedora de la ironía
La pérdida de su pierna cuando estaba en la plenitud de su carrera como futbolista es la mayor prueba que la vida le ha puesto y que ha ido superando a punta de luchas diarias que cada vez la fortalecen más.
Es la tarde soleada del 16 de febrero de 2014, y Yady Fernández, desta- cada futbolista vallecaucana que adelantaba su carrera en el fútbol femenino español, se prepara para salir con su primo a pasear en motocicleta por Guayaquil (Ecuador). ¡Estaba de vacaciones!
Son pocos días los que su apretada agenda deportiva le ha concedido para este receso, pues ser una estrella del fútbol femenino en España no le ha permitido tener toda la libertad que ella quisiera para disfrutar de su familia.
Aunque todo parece marchar por buen camino, en el caso de Yady el destino le tiene preparado un traspié que le dará un vuelco total a su vida, a solo unos kilómetros de recorrido con su primo por las carreteras del puerto sobre el río Guayas.
Por el carril contrario se acerca una camio- neta conducida por un militar en estado de embriaguez, quien acaba de sobrepasar otro carro y, en ese preciso instante, Yady y su primo hacen contacto con el vehículo de este sujeto. El sonido de la moto y la camioneta comprimién- dose entre sí, anuncia la llegada de la muerte a este terrible escenario.
Poco importa en ese momento recordar que Ecuador tiene una tasa de mortalidad en acci- dentes de tránsito casi el doble de Colombia, con 31 fallecidos anuales por cada 100.000 habitantes. En aquella tarde que pintaba cálida y divertida, el accidente ha cobrado una vícti- ma más: el primo de Yady, un exitoso médico que a sus 37 años se despide de este mundo de manera instantánea.
Yady, por su parte, se niega a retirarse de este maravilloso juego de la vida. Pero su calvario apenas comienza en ese instante… Y no tendrá ni un minuto de sosiego…
SACANDO FUERZAS DE DONDE NO HAY
Es trasladada al hospital más cercano, donde la atención médica es tan deplorable que hasta una transfusión de sangre diferente al de su tipo le es aplicada, generándole tres paros res- piratorios. Este partido por la vida se complica segundo a segundo.
Hoy ella narra este difícil momento: “La aten- ción que recibí fue un desastre total. Desde la demora en la llegada de la ambulancia hasta inyecciones mal puestas que me ocasionaron dolorosos moretones, todo fue horrible”.
Llega el 13 de marzo, día en que celebraría su cumpleaños número 22, pero ella se encuen- tra en medio de una intervención quirúrgica que le dejará la peor sensación que haya podido experimentar en su vida. La mayor fuerza del golpe recibido en el accidente recayó sobre su extremidad inferior izquierda, lo que final- mente imposibilitó que esta parte del cuerpo pudiese ser salvada.
Llega el instante en que Yady tuvo que despedirse de su pierna, coartífice de su tra- yectoria deportiva y sus numerosos triunfos pese a su corta edad. Su vida fue salvada, pero el luto por su pérdida fue más doloroso que cualquier procedimiento médico experimentado.
pese a su corta edad. Su vida fue salvada, pero el luto por su pérdida fue más doloroso que cualquier procedimiento médico experimentado.
LA ODISEA EN COLOMBIA
Devastada por la pérdida de su pierna, el 8 de abril del mismo año regresa a su tierra natal y es recibida por una psicóloga de la Alcaldía, quien le brinda terapias de recuperación anímica que le significa-
ron un tiempo de respiro; pero lo que estaba por venir sería otro partido muy duro de ganar.
El 23 de mayo de 2014 se realizó en Bogotá la despedida de la Selección
Colombia que viajaría al Mundial de Fútbol de Brasil. Yady es la invitada de honor para entregar la bandera al capitán de la Selección, Mario Alberto Yepes.
Aunque la ocasión es ideal para buscar apoyo, Luis Bedoya, presidente en aquel entonces de la Federación Co- lombiana de Fútbol, le corta la palabra para hacerle un comentario que la deja helada: “Ni siquiera pude hablar de mi problema; me dijo que la Federación no iba a apoyarme. Me quedé sin palabras”, comenta la deportista Fernández. Inmediatamente se dirige hacia Andrés Botero, director de Coldeportes, pero en él solo encuentra una respuesta similar: “Andrés expresó delante de las cámaras que me brindarían apoyo, pero hasta hoy no he recibido nada de esa entidad”, comenta. ¡Yady no lo puede creer! Ella acompañó a la selección femenina de Colombia en las eliminatorias para el Mundial de Alemania 2011, portando siempre orgullosa la camiseta de nuestro país,y ahora su sentimiento es de absoluto abandono y soledad. No obstante, en medio de este sórdido panorama, recibe un aliciente de parte de una comisión del SENA, que le entrega una prótesis, la que hoy le facilita caminar sin el uso de muletas; sin embargo, no le sirve para practicar deporte alguno.
LUZ AL FINAL DEL TÚNEL
Abandonar el fútbol ha sido otro luto extremadamente doloroso para Yady, pues no es un pasatiempo el que ha dejado atrás: es su pasión, su forma de vivir; pero ante la ausencia de su pierna iz- quierda prácticamente tuvo que reinventarse.
Llega febrero de 2015, y la Federación de Ciclismo de Colombia le propone ser parte del equipo feme- nino de para-cycling de nuestro país. Yady al fin encuentra un camino para continuar como deportista, que es lo suyo.
“El reto del para-cycling fue un cambio radical, pero lo acepté sabien- do que mi fuerza de voluntad no me abandonaría”, expresa exaltando con alegría esta nueva opor- tunidad que la vida le ha entregado.
Fuertes entrenamientos y mucha disciplina son necesarios para adaptarse a este nuevo deporte. Su prótesis no le acompaña mientras entrena en su nueva bicicleta, por lo que el esfuerzo se incrementa considerablemente. Yady no se preocupa mientras se desempeñe como su entrenador le indica.
Pero entre julio y octubre de 2015, la joven exponente del paradeporte colombiano se ve presa de una recaída emocional: “Me desmotivé porque me sentía sola; esta es una disciplina de tipo individual y yo estaba acostumbrada a trabajar en equipo”, comenta nostálgica.
No obstante, hoy en día ha retomado sus prácticas desde el Valle con más fuerza y entusiasmo, pues reconoce que nunca se debe dar marcha atrás por más dificultades que se presenten en el camino. Yady se prepara para sus primeras competencias nacionales donde seguro se destacará: “Mi ma- dre, mi entrenador personal y el director de mi nuevo equipo han sido el gran apoyo para no abandonar este nuevo reto”. Yady recuerda los triunfos vividos en el fútbol, pero una de sus piernas no la acompaña, y aunque por momentos siente su presencia, es consciente de que solo se trata del famoso síndrome del miembro fantasma, y de que eso no la puede detener en su empeño por hacer del deporte su modo de vida.
“Mi próxima meta está en los podios como triunfadora en mi
nueva carrera de ciclista”, concluye. Eso sí, siempre sonríe…